La digitalización está transformando la manera en que las empresas y las administraciones tributarias se relacionan. En el Perú, la SUNAT ha acelerado la implementación de sistemas electrónicos como la facturación digital, los libros electrónicos y las fiscalizaciones virtuales.
Este cambio no solo moderniza la recaudación, sino que también plantea nuevos retos para las empresas.
Desde hace algunos años, la facturación electrónica es obligatoria para la mayoría de contribuyentes. Este sistema permite:
Registrar operaciones en tiempo real.
Reducir costos administrativos.
Facilitar el control de evasión y fraude tributario.
Para las empresas, significa más orden y trazabilidad, pero también exige adecuación tecnológica.
La obligación de llevar libros electrónicos busca integrar la contabilidad con los sistemas de la SUNAT. Esto permite que la administración cruce datos automáticamente y detecte inconsistencias con mayor rapidez.
Si bien mejora la transparencia, también obliga a las empresas a mantener sus registros contables al día y reducir los errores.
Uno de los cambios más significativos es la implementación de la fiscalización electrónica. Ahora, la SUNAT puede notificar, revisar y requerir documentación de forma 100% virtual.
Esto significa procesos más rápidos, pero también menos margen para “corregir en el camino”.
Reducción de trámites presenciales.
Ahorro de tiempo y costos.
Mayor seguridad en el manejo de la información.
Inversión en sistemas tecnológicos.
Necesidad de capacitar al personal en herramientas digitales.
Mayor riesgo de sanciones si no se cumplen correctamente los procedimientos electrónicos.
La digitalización seguirá avanzando con:
Uso de inteligencia artificial para detectar patrones de evasión.
Integración con plataformas bancarias y municipales para mejorar los cruces de datos.
Simplificación de procesos tributarios para que incluso pequeños contribuyentes puedan cumplir con facilidad.
La digitalización de la tributación en el Perú no es opcional: es una realidad que continuará profundizándose. Las empresas que se adapten con rapidez no solo cumplirán mejor con sus obligaciones, sino que también ganarán ventajas competitivas, al tener procesos más eficientes y una relación más transparente con la SUNAT.
La clave es ver la digitalización no como una carga, sino como una oportunidad para modernizar la gestión financiera y tributaria.
CPC CARLOS PACHECO GONZALEZ
