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Reintegros y devoluciones tributarias en el Perú: lo que todo contribuyente debe saber

 

Pagar impuestos es una obligación, pero la normativa también reconoce el derecho de los contribuyentes a solicitar devoluciones cuando se producen pagos indebidos o en exceso. Además, existen regímenes especiales de reintegro tributario que benefician a ciertos sectores económicos.

En este artículo revisaremos en qué casos puedes pedir un reintegro o devolución, cómo funciona el procedimiento ante la SUNAT y qué recomendaciones seguir para no perder este beneficio.

 

 

¿Qué es el reintegro tributario?

El reintegro tributario es un beneficio que otorga la ley a determinados sectores o actividades económicas. Un ejemplo reciente es el reintegro del IGV a las editoriales y librerías, con el fin de fomentar la producción y difusión de libros.

Este beneficio consiste en que las empresas recuperan parte del IGV pagado en la adquisición de bienes o servicios vinculados a su actividad.

 

¿Qué es la devolución tributaria?

La devolución tributaria aplica cuando un contribuyente:

Ha realizado pagos indebidos o en exceso.

Tiene saldos a favor arrastrados de periodos anteriores.

Accede a regímenes específicos como la devolución de percepciones y retenciones de IGV.


La SUNAT, tras revisar y verificar la información, debe devolver los montos solicitados en efectivo o mediante notas de crédito negociables.

 

Plazos y procedimientos

1. Solicitud: se presenta a través de la Mesa de Partes Virtual de SUNAT o en los Centros de Servicios al Contribuyente.

2. Revisión: la administración tiene un plazo legal (30 días hábiles para devoluciones automáticas, y hasta 45 en devoluciones regulares) para responder.

3. Resultado: si la devolución procede, se realiza el abono en cuenta bancaria o la entrega de notas de crédito.

 

Conclusión

El reintegro y la devolución tributaria son mecanismos que buscan equilibrar la carga fiscal y reconocer derechos de los contribuyentes. Aprovecharlos correctamente no solo mejora la liquidez de las empresas, sino que también genera confianza en el sistema tributario.

La clave está en la planificación tributaria: pagar lo justo, aprovechar beneficios legales y nunca esperar a que una fiscalización detecte errores.

 

CPC CARLOS PACHECO GONZALEZ